Aumentar la frecuencia de las comidas.

Sabemos que las investigaciones realizadas hasta este momento que han estudiado los efectos fisiológicos de la frecuencia de las comidas en los seres humanos, son algo limitadas. Más específicamente, no se dispone de datos donde se haya estudiado el impacto de la frecuencia de la comida sobre adaptaciones al entrenamiento y el rendimiento en individuos físicamente activos y atletas. Hasta que se disponga de mayor cantidad de investigaciones sobre poblaciones físicamente activas y atléticas, no es posible plantear conclusiones definitivas. Sin embargo, dentro de los límites de la bibliografía científica actual, nosotros afirmamos que: 1. Aumentar la frecuencia de las comidas no cambiaría favorablemente la composición corporal en poblaciones sedentarias; 2. Si los niveles de proteínas son adecuados, aumentar la frecuencia de las comidas en períodos de dieta hipoenergética conservaría la masa corporal magra en poblaciones atléticas; 3. El aumento en la frecuencia de las comidas parece tener un efecto positivo en diferentes marcadores sanguíneos de salud, particularmente el colesterol LDL, colesterol total y la insulina; 4. El aumentó en la frecuencia de las comidas no parece aumentar significativamente la termogénesis inducida por la dieta, el gasto energético total o la tasa metabólica en reposo. 5. Una mayor frecuencia de comidas ayudaría a disminuir el hambre y mejoraría el control del apetito.

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